SOMBRAS DE TLATELOLCO
La sombra acecha
por Marcela Romn
Antes de
sumergirnos en los túneles de 'Sombras de Tlatelolco', es imprescindible
comprender la trayectoria literaria de su autor, Mauricio Yáñez. Con una pluma
que navega entre la realidad y la ficción, Yáñez ha tejido historias que
exploran los rincones más oscuros de la historia mexicana. Quizá se deba a su
vena de historiador. En 'Sombras de Tlatelolco', ha sabido amalgamar hechos
verídicos con ficción, y nos invita a reflexionar sobre nuestro pasado y sus
consecuencias en el presente.
Sombras de Tlatelolco, es una novela
negra como caracteriza la obra de Mauricio Yáñez. Recordemos que la novela
policíaca es un género narrativo en donde la trama consiste generalmente en la
resolución de un misterio de tipo criminal. El protagonista en la novela
policíaca es normalmente un policía o un detective, habitualmente recurrente a
lo largo de varias novelas del mismo autor, que, mediante la observación, el
análisis y el razonamiento deductivo, consigue finalmente averiguar cómo,
dónde, por qué se produjo el crimen y quién lo perpetró. La novela detectivesca tiene sus raíces en el siglo XIX, con
obras pioneras como "Los crímenes de la calle Morgue" (1841)
de Edgar Allan Poe, que introdujo al primer detective de ficción, Auguste
Dupin. Este género evolucionó con autores como Arthur Conan Doyle, creador del
icónico Sherlock Holmes, quien estableció muchos de los tropos del detective
clásico: el intelecto agudo, la observación detallada y el método deductivo. A
lo largo del siglo XX, la novela detectivesca se diversificó, dando lugar a
subgéneros como la novela negra, popularizada por autores como Dashiell Hammett
y Raymond Chandler, que presentaban detectives más duros y cínicos en
escenarios urbanos sombríos.
Con el
paso de los años, la novela policíaca fue evolucionando hacia formas narrativas
más complejas, la resolución del misterio planteado como un juego de lógica
dejó de ser el objetivo principal de la obra, quedando en primer plano la
denuncia social y un intento de comprender los conflictos del alma humana. El apelativo de “negra” se debió por un lado a los ambientes
oscuros que reflejaban, pero sobre todo a que aquellos relatos se publicaron
por primera vez en la revista Black Mask, creada en 1920 por H. L. Mencken y
George Jean Nathan y en la Série Noire de la editorial francesa Gallimard
nacida en 1945. Aquellas novelas marcaron un antes y un después en la forma de
narrar el crimen.
Sombras de Tlatelolco, honra la tradición
de la novela negra mexicana iniciada por Rodolfo Usigli, recordemos su obra Ensayo de un crimen (1944), y por Rafael
Bernal con El Complot Mongol (1969), que establecieron las bases del
género en el país. A medida que el género evolucionó, muchos autores comenzaron
a utilizar la novela negra para explorar y denunciar problemas sociales como la
corrupción, la violencia, el narcotráfico y la desigualdad, ahora agrego las
desapariciones tanto de hombres y mujeres. Esto es un reflejo de la situación
sociopolítica.
Las ciudades, especialmente la Ciudad de
México, juegan un papel crucial en las tramas de la novela negra mexicana. Los
ambientes urbanos proporcionan un trasfondo adecuado para explorar la
criminalidad, la corrupción y las desigualdades sociales. Estos escenarios
urbanos no solo añaden realismo y tensión a las historias, sino que permiten
una crítica más incisiva.
Otras y otros autores de la novela negra
son Enrique F. Gual, a la que abonaría novelistas como María Elvira Bermúdez,
una de las primeras mujeres en incursionar en este género y la primera en crear
el primer personaje femenino detective en la literatura latinoamericana. Margos
Villanueva, René Cárdenas, quienes contribuyeron con obras que reflejan la
complejidad del contexto social mexicano. En tiempos más recientes autores como
Rafael Ramírez Heredia, Paco Ignacio Taibo II, Élmer Mendoza, por citar
algunos, han llevado la novela negra mexicana a nuevos niveles de popularidad y
reconocimiento.
Sombras de Tlatelolco es una novela llena
de misterio que seduce al lector desde sus primeras páginas. Esta dividida en
tres capítulos y 24 subsecciones y finaliza A manera de epílogo. La trama esta
situada en el turbulento contexto del movimiento estudiantil de 1968. Así en el
oscuro telón de la historia de Tlatelolco, donde las sombras ocultan verdades
incómodas, se alza la figura siniestra de un asesino serial. Su presencia
acecha en los recuerdos de una marcha estudiantil, donde el terror se entrelaza
con la lucha por la justicia. Pero su sombra se alarga aún más atrás, hacia un
pasado marcado por la desaparición de estudiantes en la huelga de los médicos
del 1965, un misterio envuelto en silencio y complicidad. Es en este turbio
panorama un historiador es convocado para desentrañar los hilos de una trama
macabra, solo para descubrir que el monstruo que busca podría habitar entre ellas,
entre ellos, camuflado en la respetable figura de un profesor, un amigo, una
periodista, un teniente y las y los mismos estudiantes. Así se inicia un relato
donde la verdad se entrelaza con la oscuridad, y donde cada paso hacia la
revelación nos sumerge más a estas Sombras de Tlatelolco.
El relato que se despliega ante nosotros,
se nutre de la labor minuciosa de Fabián Cordero, el personaje principal que es
historiador y por azares del destino se convierte en investigador privado y se
da a la tarea de desentrañar los enigmas del pasado y el presente. Desde las
crónicas de la época hasta los archivos desclasificados, cada fuente aporta una
pieza al rompecabezas que es la historia para seguir al asesino o asesina. Así,
con el respaldo de la verdad documentada por el personaje, nos adentramos en una
historia que no solo entretiene, sino que también ilumina las oscuridades del
pasado. Intrigante laberinto de misterio y suspenso, que se alzan para revelar
verdades incómodas.
Pero no todo
es oscuro también hay flachazos de amor, desamor y pasión, como muchos
personajes detectives de la novela negra, Fabián no podía ser la excepción. Y
también se van a deleitar con un fragmento del poema Alba de Federico
García Lorca, que es mencionado en uno de los capítulos donde el personaje
principal de la novela acude a una comida.
Además, el libro envuelve al lector en
una atmósfera densa y palpable, donde cada página está impregnada de la
historia y la cultura de México. El estilo narrativo de Yáñez es brillante,
combinando una prosa elegante con diálogos impactantes, que reflejan la
complejidad de los personajes y las situaciones que enfrentan, pero sobre todo
el juego de inteligencia que el autor domina de manera magistral.
A través de esta narrativa envolvente, la
novela no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar sobre temas
sociales, de corrupción y políticos que siguen siendo relevantes en la sociedad
mexicana contemporánea, lo que la convierte en una lectura aún más diversa.
El autor nos lleva de la mano por un
viaje emocional que nos confronta con la realidad de los presos políticos y el
activismo estudiantil. Estos elementos no solo enriquecen la trama, sino que
también nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la memoria histórica
y la lucha por la justicia en cualquier sociedad.
Acompañen a Mauricio Yáñez y su personaje Fabián Cordero, en este viaje literario, donde la ficción y la realidad se entrelazan en una danza fascinante y perturbadora que no se pueden perder. Una novela que atrapa desde la primera página con su atmósfera densa y palpable, y con una trama que sumerge a los rincones más oscuros de la Ciudad de México. Yáñez ha logrado una obra maestra del misterio y la intriga.